martes, 15 de noviembre de 2011
EL PARTE AMISTOSO EN LOS "ACCIDENTES EMOCIONALES"
En este artículo vamos a intentar hacer una sencilla comparación. Una comparación basada en el principio del desequilibrio energético, de los juegos psicológicos, de la lucha del “poder[1]”, del amor hacia el prójimo y del perdón.Muchos de nosotros en estos albores del siglo XXI conducimos un vehículo, o hemos viajado en algún medio de transporte. Evidentemente todos los que somos viajeros, esperamos que el desplazamiento sea agradable y podamos llegar al destino lo más antes posible, eso sí, respetando las normas de seguridad vial y con la misma salud con la que hemos partido.Si en algún momento sucede algo inesperado por parte de alguien: obras en la carretera, un pequeño accidente, un gran accidente,… ya nuestra salud no es la misma.En un segundo, podemos ponernos muy nerviosos, acordarnos de la madre de alguien, e incluso perder partes de nuestro cuerpo o perder a nuestros seres queridos.Supongamos que ha sucedido un pequeño choque, es solo una ligera incidencia.Ya solo por eso, por chocar ligeramente dos vehículos, o hacer un pequeño rasguño en cualquier parte de la carrocería del vehículo, nos veremos obligados a realizar el llamado “parte amistoso”.Este documento, es mucho más importante de lo que parece, ya que en él queda reflejado de buena fe todo lo que ha sucedido. Uno dice tu me has dado aquí o allá, y tu en tal sitio, y por lo tanto estamos de acuerdo en lo que aquí exponemos. Lo aprobamos y lo firmamos. Luego las compañías aseguradoras ya se pondrán ellas de acuerdo.Cabe recordar que el ligero accidente ha sucedido porqué alguien se ha despistado o se ha saltado una norma establecida, y claro, queriendo o sin querer ha perjudicado a un tercero.Pues aunque no nos lo creamos, en las relaciones interpersonales, cuando charlamos con alguien, cuando hablamos con cualquier persona puede suceder algo parecido a ese accidente.Suele haber tres tipos de relaciones: las de ganar-perder, las de perder-perder y las de ganar-ganar. En el caso anterior del ligero accidente, creo que queda claro que se ha producido una relación perder-perder, ya que ganar algo, quizás nadie lo ha ganado.Normalmente en muchas de las relaciones entre marido-mujer, hijo-madre, nieto-abuelo, jefe-empleada,… suceden una serie de cosas a nivel emocional y mental.En nuestros cuerpos energéticos se producen una serie de intercambios, de flujos de sentimientos, de luchas por conseguir el poder de la situación,…Si pudiéramos ver esos movimientos energéticos en una televisión, nos daríamos cuenta por fin, de lo que realmente sucede en las auras de las personas.Nuestros cuerpos de energía a veces se cargan de buenas vibraciones y otras veces reciben malas frecuencias energéticas en forma de “flechas venenosas”, de “residuos más o menos tóxicos”, de estructuras mentales negativas o improductivas,…y otras cosas raras.Estas incidencias en la forma y en el volumen de nuestras auras son las mismas cosas que suceden a nuestros coches cuando tenemos un percance inesperado. Es decir, alguien queriendo o sin querer ha hecho un ligero rasguño en nuestro “vehículo energético” o nos ha pegado un gran impacto, debilitándonos y llevándose parte de nuestra energía. Estos últimos serían los llamados “vampiros energéticos”. Que son conscientes o inconscientes.Si una gran cantidad de seres humanos tuviéramos conciencia de que suceden estas cosas en nuestros “vehículos etéricos”, quizás nos relacionaríamos con los demás de formas distintas de cómo lo hemos realizado hasta el momento.Seguro que a muchos/as os ha pasado.Teníais un día bueno, con buenas experiencias en el trabajo, aquí o allá, y después de hablar unos minutos con esta o aquella persona nos hemos puesto furiosos, nerviosos, temerosos,…Llegamos a casa, solo diciendo a nuestra pareja que estamos cansados o enfadados y realmente no sabemos las causas.Si pudiéramos captar justo el momento o la situación en que esa persona nos ha debilitado o nos ha enviado algo de baja vibración, podríamos buscar las técnicas o herramientas para solucionar ese desequilibrio justo en “su momento”, in situ, y no llevar nuestro “coche energético” golpeado y roto a nuestro garaje o casa.Intentar imaginarlo: miles de nosotros realizamos este precioso viaje del vivir por este planeta recibiendo golpes, accidentes y otras cosas en nuestros “vehículos etéricos”, y somos incapaces de arreglar estos desperfectos justo en el momento en el que se producen.Si de alguna manera, pudiéramos hacer un contrato, o un “parte amistoso” con la persona que nos ha producido esos desperfectos energéticos, seguramente muchas de las dolencias físicas y emocionales que sufrimos a veces, irían desapareciendo.Si aprendiéramos a relacionarnos con los demás desde el corazón, con puro sentimiento, aprendiendo poco a poco a conectarnos con la verdadera fuente de la energía y no desde el bolsillo, o para obtener algo a cambio, nos daríamos cuenta de que las farsas, las mentiras y las banalidades como sin querer irían menguando.De vosotros/as depende. Cada uno/a es el/la responsable de sus actos, de sus pensamientos y de crearse un futuro mejor.Ese “parte amistoso” podría ser: noto que me estás mintiendo, percibo que me envidias por algo, o también ¿por qué odias esa parte de mí?¿Al decirle estas cosas a nuestro interlocutor, que podría responder el/ella?(Claro si respondiera de buena fe, sin enfados)- Pues si, lo siento.- Me pasa esto, por esta circunstancia,…, por este motivo, etc.- Te lo he dicho sin querer, no se como.- Etc.Solo hablando sinceramente con los demás, conseguiremos un mundo mejor.Sino algunos/as continuaremos circulando con nuestros “vehículos energéticos” dañados en alguna parte.Ya que aunque quizás cueste mucho de creer, existe en alguna dimensión un lugar donde todas las cosas que cada uno de nosotros realizamos desde que nacemos quedan allí grabadas, como si fuera un gran video de toda nuestra vida. Son los llamados archivos akásicos. Entonces claro, suele haber personas que muestran un papel de buenas a la sociedad, pero dentro de sus casas o con algunas personas se comportan con unos instintos animales y energéticos primitivos, y estos individuos después se suelen quejar de porqué no les acaban de ir bien las cosas en su vida.Cuando están con alguien que desde hace tiempo por miedos e inseguridades se hace la víctima, ellos salen ganando mucha energía, pero mucha y no tienen ni idea de cómo se queda la energía de la otra persona.Si les hicieran eso mismo a ellos, varias veces y se sintieran con conciencia verdadera débiles o algo enfermos, descubrirían de qué manera tan bestia actúan ellos.Lo importante es tomar conciencia poco a poco de cómo nos sentimos después de haber charlado un rato con una persona, si mejor, si regular, si peor,…De esta manera ya lograremos el primer paso para ir a buscar pronto la verdadera fuente de la energía.¡¡¡El fondo de nuestro corazón!!![1] Las nueve revelaciones
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