jueves, 12 de noviembre de 2009

PRIMERO FUE EL CORAZON, LUEGO EL DINERO...

Se supone que hace miles de años antes de que existiera el dichoso dinero, primero existieron los hombres sin tener que usar tal cosa y menos aun, algunos ni se imaginaban que algun dia existiria una cosa que hace perder a muchas personas la esencia de la vida humana y de la naturaleza: el verdadero amor, y la verdadera salud.
"Nadie tiene la verdad absoluta, pero lee lo que sigue y en tu mente empezara a generarse una bola de millones de euros y dolares que algunos ganan engañando a muchos..."

Dicen por ahi: que con una cucharadita de bicarbonato sódico en cuatro dedos de agua el cáncer se puede curar o almenos reducir mucho.
Pues si. Parece increible, pero el doctor Mark Sircus en su libro "Winning the war on cancer" (ganando la guerra al cancer) lo dice bien claro.

Vivan los dolares, los euros, y todas las monedas mundiales !!!

Y que se vaya a la mierda tu salud...

Si alguien lo ha probado y experimentado que me lo diga, por favor, entonces tendre testimonios directos del grande, sencillo y barato acto de amor hacia la salud de uno y del projimo.

Hasta pronto...

domingo, 1 de marzo de 2009

LAS COMPARACIONES NO SON TAN ODIOSAS

Miles de personas que viven en depresiones geográficas o en valles de ríos, conocen por experiencia lo que sucede durante varios días de invierno cuando hay un anticiclón instalado en su país. Abajo en el valle se va condensando una niebla espesa y en cambio arriba en las montañas luce el sol.
Esa niebla, ese vapor de agua estancado a veces persiste muchas jornadas seguidas y en algunos seres humanos les suele causar algo de tristeza, melancolía o depresión.
Entonces con un poco de viento o con un cambio de las condiciones meteorológicas en unos minutos la niebla desaparece.
Pues quizás en el interior de nuestro cuerpo puede suceder algo muy parecido.
En diferentes zonas, unas visibles y otras no, se nos va acumulando una serie de toxinas, venenos, drogas y residuos moleculares que es muy probable que no nos produzcan alegría, sino todo lo contrario, nos provocan como una carga más o menos pesada que al final impide a nuestro querido cuerpo gozar de plena salud.
Para este fin, para quitar “esas cosas” que solo nos estorban, aunque no lo queramos reconocer, el universo creó el Reiki, que es un sistema de curación natural muy sencillo.
La energía del reiki es como esa suave brisa que poco a poco hace desaparecer a la niebla acumulada en los valles. Las frecuencias energéticas del reiki movilizan selectivamente a todas las partes de las células de nuestro organismo y pueden provocar una gran limpieza a todos los niveles. Después la sabiduría de nuestro cuerpo ya se encargará de evacuar de la mejor manera posible todas esas substancias nocivas e improductivas que le sobran.
Los seres humanos somos muy afortunados porqué tenemos la capacidad de poder elegir lo que creemos mejor para nosotros mismos.
Yo soy de Lleida, zona de nieblas espesas y persistentes, pero prefiero cien días de sol que no uno de niebla.
Elegir conocer y practicar el reiki es elegir esa suave brisa que te purifica día a día de arriba abajo.
Pide vivir una sesión de reiki y comprobarás que el universo te brinda la oportunidad de gozar de su magia sanadora.